jueves, 20 de mayo de 2010

El graffiti en los museos

Los pioneros en llevar el graffiti de la calle a los museos fueron Fashion Moda, en el Bronx y Fun Gallery en el barrio East Village, a finales de los años 70.




El graffiti en el museo de Brooklyn

El museo de Brooklyn muestra es uno de los ejemplos de cómo el graffiti ha pasado de ser un género del arte callejero y expresión pública a objeto de colección y exhibición en museos y galerías, reuniendo 22 obras en aerosol sobre lienzo, realizadas por artistas conocidos estadounidenses del género; como John Matos, Sandra Fabara y Randy Rodríguez.







El graffiti en el museo Tate Modern de Londres

Seis autores del graffiti (entre ellos el barcelonés Sixeart), cubren la emblemática fachada del museo que mira al Támesis. Es un momento dorado para el arte urbano, con prestigio cultural que ha entrado en las más cotizadas galerías y casas de subastas.


El comisario de la iniciativa, Cedar Lewisohn, ha explicado que Londres es un lugar idóneo para mostrar el "interesante" arte desarrollado en los ambientes urbanos, pues por toda la ciudad pueden verse trabajos de graffiteros anónimos, entre ellos los del famoso Banksy. Se ha elegido a seis artistas no británicos para tomarle el pulso a las diferentes tendencias de este arte en el mundo.


Cientos de colores decoran la fachada de la Tate en murales que van desde lo abstracto a lo surrealista, pasando por lo psicodélico y la denuncia social más directa, algo que ha caracterizado históricamente al trabajo de los "graffiteros". Así, Sixeart crea, a partir de figuras geométricas que recuerdan a Miró, un ser abstracto que sostiene a un tierno osito mientras es rodeado por corazones.


JR utiliza el blanco y negro para dibujar a un "guerrillero" que apunta desafiante con su cámara de vídeo y Faile recurre a la estética del cómic para mostrar a un indio luchador. Os Gemêos pintan a un hombre desnudo de color amarillo sólo cubierto por un burka y Nunca opta por un pirata poco corriente con pulseras de perlas y delicadeza a la hora de tomarse una taza de té.


Los españoles, entre los mejores


Por último, Blu recurre a la crítica social para denunciar la muerte y la destrucción de la sociedad occidental, conceptos que aparecen en decenas de viñetas que ocupan la mente de un hombre.


Lewisohn ha asegurado que los autores españoles de este tipo de arte están entre los mejores del mundo, por lo que decidió que un grupo de artistas asentados en Madrid crearan una serie de trabajos en los alrededores del museo, lo que se ha llamado Walking Tour. Se trata de Spok, El Tono and Nuria, Nano 4814 y 3TTMan, quienes llevan años llenando de arte las calles madrileñas.




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